
Entonces decidí poner una canción bien movida para que me levantara el animo (más de lo que estaba) y poder sumarle un poco más de ritmo a mi lenta elección de ropa.
"Cuando lo ves en las películas parece más fácil" dije en voz alta... las protagonistas vacía su placar y se prueban todo con una simpática música de fondo, hasta que encuentran la prenda perfecta... "Como no lo van a encontrar si tienen diseñadores fabulosos"... "¡Dios! ya me estoy volviendo loca ¿con quién hablo?"
Me probé varios conjuntos... muy elegante...mucho brillo... muy abrigado... muy escotado... muy chillón. Nada me convencía.
Pero entonces recordé a donde iba... y mejor todavía... con quien iba... Con la persona que me quería como realmente era, y que jamás le importaría como vistiera o que tan mal me viera, porque seguiría a mi lado sin criticarme. Y lo hice. Encontré el conjunto perfecto para el paseo por el puerto. Me maquillé tan suave como lo hacía siempre, y apenas me pasé el peine.
Me paré enfrente del espejo y admiré por unos segundos lo bien que me encontraba para después salir decidida a la puerta de mi casa y esperarlo.
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