domingo, 28 de junio de 2015

Una vez alguien muy sabio me dijo que el amor de hace cincuenta años no cambó comparado con el presente, sino que se adaptó. “El amor se adapta a cada tiempo, cual árbol se adapta a cada estación para sobrevivir"
Y así es. Somos nosotros quienes moldeamos al amor. Somos nosotros quienes les ponemos nombres y características. El amor es un poder, y somos nosotros los héroes que lo utilizamos como más nos convenga.
¿Cuántas veces hemos oído prejuicios acerca del amor? No sé ustedes, pero yo he escuchado y leído miles: uno peor que el otro. Tan absurdos. Si solo pudieran entender…que el amor no es una certeza. Que solo se deposita en el alma de la persona que lo necesita y que solo se adapta a ella. Ni siquiera es necesario buscarlo…nacemos con él. Porque somos seres nacidos de él y por él.
Tal vez pueda contradecirme con lo que acabo de decir, pero estoy completamente segura que a partir de que somos concebidos de una u otra manera…un halo de amor nos rodea. Desconozco de donde o como lo adquirimos, pero esta allí…distribuido en miles de partículas sobre nuestra piel y pestañas.
¿Cómo poder explicarle al mundo que al amor no se lo puede juzgar, porque estaríamos juzgándonos a nosotros mismos? ¿Cómo poder explicarle al mundo que vivimos impulsados por él? ¿Cómo poder explicarle al mundo que el amor continúa existiendo y lo hará hasta la eternidad, cambiando cuando se lo necesite?
Vos, ustedes, yo, nosotros…sabemos el amor que queremos dar y recibir en nuestra vida. Y él también lo sabe. Así que… ¿Por qué no invitarlo a acomodarse serenamente en nuestra alma? Él sabe quiénes somos. 

The sun

lunes, 22 de junio de 2015

Canción: T-Shirt de Birdy





En la mañana, cuando despiertas yo quiero creer que estas pensando en mí
Y cuando sale el sol a través de tu ventana, me gusta creer que has estado soñando conmigo 
Soñando... 
Lo se...Porque he pasado la mitad de esta mañana pesando en la camiseta con la que dormiste 
Debo saber porque pasaría todo el día, escuchando tu mensaje que aún conservo y que nunca borraré.



Cuando te vi, todos supieron que me gustó el efecto que tú tenias en mis ojos. 
Pero nadie mas escuchó el peso de tus palabras, o sintió el efecto que tienen en mi mente. 
Cayendo...


Lo se...Porque he pasado la mitad de esta mañana pesando en la camiseta con la que dormiste 
Debo saber porque pasaría todo el día, escuchando tu mensaje que aún conservo y que nunca borraré.
¡¡HERMOOOSA!!

domingo, 7 de junio de 2015

Capítulo diez

Tengo 8 años. Y me veo. Y la veo…irse. Sin explicación alguna de su familia. Sin piedad alguna de su familia. Lo último que veo es una fuerte discusión rodeada de violencia y osadía. Ella se marcha sin siquiera una despedida, sin ningún afecto personal…sin mí.
Entonces me siento al lado de la puerta…a ver como mi padre se desmorona y se transforma en alguien irreconocible. Es allí cuando recibo mi primer golpe: como castigo de algo que no causé, como si fuera mi culpa. Y es allí cuando comienza mi espera, sin entender lo que realmente acababa de  suceder. ¿Acaso soy la culpable de sus infinitas discusiones? ¿Es porqué no quise terminar de cenar, y deje comida en mi plato? ¿Es porque no quiero hacer mi tarea al volver del colegio? ¿Es porque les pido que me lean un fragmento de “el principito” cada noche? Lo siento. Creí que era normal de una niña. Perdóname papá por arruinar a mí familia. Entonces solo lloro pensando que rompí mi hogar y, deseando que algún día se repare. Pero sé que jamás volverá a ser como antes. Años antes pensaba que mi madre era una estrella. La veía brillar entre el resto de millones de estrellas a pesar de no saber cuál de todas ellas era mi madre. Por lo tanto les sonreía a todas deseando que me encontrara. Entonces mi madre se fue…y todas las estrellas dejaron de brillar bruscamente.