jueves, 23 de abril de 2015

Crudo: capítulo ocho

Friendship
Tengo 10 años. Y me veo. Me veo comiéndome las uñas hasta hacerlas sangrar mientras presencio una clase de inglés en el colegio. Mis compañeros me observan feo…con un trasfondo de pena en sus ojos, como si de verdad conocieran la desgracia que hay en mi vida. Y así lo es. No la vida de estudiante, sino la vida de una niña común con su… “familia”.
 Tuve una amiga…que en algún momento de mi vida, supo brindarme una sincera amistad…lástima que fue el momento de mi vida en que no me hacía demasiada falta una amiga escolar, ya que al regresar a casa mi mejor amiga me esperaba lista para comer conmigo y pasar el resto de mi vida a mi lado. Mi amiga escolar se fue, para continuar su aprendizaje en un lugar que la esperaba desesperadamente…una prestigiosa escuela que le ofrecía un espacio para regodearse en su asombroso talento con la música. Quién diría que tiempo después mi madre se iría también. Solo que a ella nadie la invitó a retirarse de mi vida. Ahora…no tengo a ninguna de las dos. No tengo amigas ni amigos. No tengo aceptación. Solo tengo treinta pares de ojos que me miran con lástima, sin ofrecer jamás un intento de amistad, cada semana.