miércoles, 26 de marzo de 2014

Frase # 29

Frase #29:
Xx
"¿Cómo sanar a quien no quiere ser curado? ¿Cómo enamorar a quien no tiene la capacidad de amar? ¿Cómo ayudar a alguien que cree que recibir ayuda es signo de debilidad? ¿Cómo acercarse a quien teme ser ayudado? a veces, para que algo cambie...hay que accionar y forzar un poco las cosas."
Libro: Aliados.
Autor: Leandro Calderone.

jueves, 20 de marzo de 2014

Solo te recuerdo...

Sigo sin conocer el motivo del porqué solo podía escucharte a vos. Porqué solo tu voz rebotaba en mi cabeza y en mi mente.
Soy consiente del resto de las visitas, porque mi alma estaba presente. Se que mi mamá se sentaba junto a mi cada tarde de brillante y caluroso sol, de intensa y húmeda tormenta. También se que mi padre me leía cada mañana un fragmento de mi libro favorito. Pero...no podía oírlo. Ni una sola palabra. Junto a ellos, hablando a mi cuerpo vacío, en coma y sin alma, pasé un largo y difícil año.
Me aburría por momentos: tanto como cuando ellos se sentaban a mi lado y pasaban horas hablando y diciendo palabras sin sonido; o como cuando estaba sola y lo único que hacía era verme respirar con dificultad.
¿Qué hay más divertido que ver una habitación completamente blanca de un hospital, con un cuerpo que no hace más que dormir y perder fuerza?
Sin embargo, cuando llegabas, todo cambiaba.
Butterfly Caps | via TumblrTe escuchaba. Te veía. Te sentía, yo y mi cuerpo, porque pude notar como se me erizaban los pelos de los brazos cuando me besabas.
En aquellos momentos tu voz era lo más hermoso que podía escuchar. No conozco los ángeles, pero estoy segura que tu voz era aún más bonita que sus cantos. Tu visita cambiaba mis días.
Cuando llegabas, dejaban de ser planos y vacíos. Me sentía llena de dicha, de sentimientos...de vida.
Solo te sentabas a mi lado y me hablabas. Como si supieras que mi alma estaba presente realmente. Como si mantuviéramos una verdadera conversación.
Ahora lo recuerdo... te contestaba... respondía cada una de tus preguntas, reía con tus chistes, acotaba a cada una de tus anécdotas.
Recuerdo aquella vez que me preguntaste si sabía que yo te gustaba desde el último año de secundaria. Te dije que sí y te pusiste colorado por la vergüenza.
O aquella vez que trajiste tu guitarra y cantaste para mí, e instantáneamente mis signos vitales comenzaron a mejorar.
Desde ese momento mantuve una lenta pero estable recuperación. Y continuaste viniendo todos los días para alegrarme y darle color al intento de vida que sostuve durante tanto tiempo.
Te amé. Y sigo amándote, porque me volviste a la vida.

viernes, 14 de marzo de 2014

Solo yo

Un día como cualquier otro: rutinario. El cascabel del despertador de mi celular me despierta. Me avisa que un nuevo y al parecer normal día me esta esperando. Un avez que desactivo el agudo pitido, pienso. Pienso en como desearía que fuera mi día. Pienso en las personas que me gustarían que se encuentren junto a mí. Pienso en el cariño que quisiera recibir. Pero "algo" me decía que jamás volvería a tener un día así. Tal vez sea el hecho de estar sola en el mundo, o en mi mundo.

forever young ♡ | via TumblrMe levanto y me dirijo al baño. Me lavo la cara y me detengo para observarla frente al espejo. La conozco. Conozco esa cara. Pero no me conozco a mí. Aún no se quien soy, ni cual es mi propósito en la vida. Solo sé que hoy será un día como cualquier otro. Y duele. Sin embargo, duele más saber que no me importa que sea un día como cualquier otro.

Me cambio. Uso algo ligero y cómodo.<<Lista y perfecta>> pienso. Pero al salir a la calle descubro que hay un viento fresco que me produce escalofríos, pero un brillante sol ilumina la vereda dandome la oportunidad de caminar.

Me pierdo por el camino hacia el colegio. Seguramente una linda sorpresa me esperaría aquel día. No de mis amigos. No de mis compañeros. Sino de mi profesora: un dificultoso y rebuscado examen de historia.

Llego con poca esperanza y con una sonrisa falsa. Saludo a mis mejores amigas. Aquellas que han acompañado durante toda mi vida y lo saben todo de mi, o eso creo. Charlamos un rato hasta comenzar con las clases del día. Todo normal hasta ahora...tan solo un día.

Y a la quinta hora, como esperaba...el examen. <<Hola hermoso, nos volvemos a encontrar>>. Tengo la gran suerte de disfrutar estudiando historia, y por eso tengo la soberbia expectativa de obtener una buena nota. Comienzo a resolverlo. Es sencillo. La lapicera se desliza con total facilidad y rapidez sobre la hoja, al igual que mis respuestas. Termino. Entrego. La profesora mira mi hoja, me mira con una triste sonrisa y vuelve a mi hoja. No se como tomar aquel gesto. Así que lo medito mientras regreso a sentarme a mi banco. Pero cinco minutos más tarde vuelvo a acercarme luego de recibir el llamado. Me entrega el examen. Lo observo. Diez. Era de esperar. Pero...algo me llama la atención. En realidad no, porque supuse que lo sabría luego de percibir sus miradas. Al final del examen leo un colorado pero pequeño "Felicidades 16".

Sonrío. Y un destello de alegría brilla en mi alma. <<Algo es algo>> pienso. La miro agradecida sin decir ni una palabra. Al parecer no estoy tan sola en el mundo como creía.

안나라수마나라 - Korean ManhwaEl resto de la mañana transcurre normal. Más normal de lo común. Tanta normalidad aburre. Charlas y más charlas con mis amigas. Risas llenas de júbilo por momentos. Eso es lo peor: me río, me divierto, en vez de estar triste y sollozando. Después de todo ¿así es como debería ser no? Divertido y alegre. Debería estar feliz. Pero no lo estoy.

Hacia las tres regreso a casa. Sola. <<Como cualquier otro día>> pienso.

Entonces me detengo. Sé que no lo es. Por eso es que me desvío del camino hasta mi casa, hacia el centro de la ciudad. <<Merezco un regalo>> ya sea por la perfecta nota en historia o por la verdadera razón. Ahora me dirijo a la librería. Quiero un libro, y sé que me espera en la vidriera reservado pura y exclusivamente para mí. Porque desde su impresión estuvo destinado para mí.

Lo pago.

-¿Para regalo?- me pregunta la vendedora.

Momentos como esos son en los que pienso <<¿En qué cambia un envoltorio, si la persona que lo recibirá no esta feliz con él?

-Sí, por favor.

Una vez con el libro en mis manos, decido seguir paseando por el centro, DE todas maneras no tengo un horario límite para regresar a casa, y nadie estaría esperándome. Miro vidrieras. Pienso. Miro personas. Pienso en lo felices o infelices que pueden ser. Miro perros abandonados. Pienso en lo fieles que son para encontrarse tan solitarios. Miro más vidrieras y no pienso nada. Solo disfruto de la moda. Miro restaurantes y me da hambre. Elijo una gran y exquisita hamburguesa para callar a mi estomago y mi conciencia. Miro la hora. Es tarde. Solo faltan treinta minutos para la media noche. Para finalizar el "hermoso, especial y esplendido día normal".

Regreso a casa. Por fin. Voy hacia la heladera en busca del cup-cake rosado que compré ayer. Tomo la vela del cajón, la enciendo. Y admiro ambas cosas. Admiro su sencillez. La emoción que me causa es...normal.

Me siento en el piso junto con el examen, su obstinada nota y mis <<Felicidades 16>>. Con el libro envuelto en papel de regalo. Y con el cup-cake iluminado por la luz de la vela entre mis manos. No hay deseos ya que creo tener todo lo que necesito. Aunque se que no es así.

<<FELIZ CUMPLEAÑOS CLARY>>
Alone forever ... <3

miércoles, 5 de marzo de 2014

La lectora

Un fino y tenue naranja cubría el atardecer de aquel día especial. El clima era perfecto: cálido, pero con una brisa fresca que hacía bailar las diminutas hojas de los arboles que la rodeaban. La misma, provocaba que sus finos mechones de pelo rojizo se arremolinaran sobre su rostro dándole un débil aspecto salvaje.
Era el quinto día de la semana en el que se sentaba a leer, tranquila y sin la mínima interrupción posible. Durante cinco días consecutivos había decidido abandonar su rutinaria realidad para sumergirse en las hermosas palabras de un libro.
A medida que pasaban los minutos, el tenue naranja se convertía en uno más intenso que se reflejaba sobre las nubes y el brillo de estas caía sobre las hojas del libro, proporcionándole menos luz para leer, conforme pasaba el tiempo. Aunque un pedazo de cielo azul claro se asomaba detrás de las nubes anaranjadas cual pieza de rompecabezas.
Aún no sabía porqué, pero aquel día era un día especial para la lectora, que apreciaba en todo momento los hermosos colores que la cubrían desde el firmamento.
Luego, pasó a rosa caramelo y las nubes se convirtieron en algodón de azúcar para niños.
Los minutos pasaron...convirtiendo el día en el más mágico y único de la semana.
Y por último el cielo se tiñó de un rojo feroz que hubiese enamorado a dos desconocidos que caminaran por el mismo camino, debajo de él.
La luz sobre las hojas disminuía. Pero aún podía ver, y estaba convencida de que le quedaba tiempo para continuar dentro de la historia cuando una gota fugaz calló sobre el papel, humedeciéndolo y arrugándolo.
Aquella era la señal de despedida. Era la hora de que ambas mitades del libro se encontraran, uniéndose en una gruesa pila de papel. Era el momento de despedirse de los protagonistas, si no preferían quedar empapados y comenzar a desdibujarse de las hojas. Era la hora de despedirse del día especial y de decir adiós al cielo que ahora oscurecía y se volvía cada segundo más negro. Era el fin de la jornada de lectura.
purple sky | via Tumblr

lunes, 3 de marzo de 2014

Mi rechazo

No me quedaba otra opción que seguir caminando. Aunque ya se había vuelto aburrido: avanzar un paso tras otro...sin música para animarme, sin alguien que me acompañe, sin que el tiempo se detenga, sin siquiera expresar palabras.
Lo único que tenía era el rechazo. Él y mi cuerpo eran mis únicos amigos. Ni siquiera mi alma quiso quedare conmigo. Me había abandonado a lo largo de mi vida, luego de cada error cometido.
A mis únicos y verdaderos amigos los había traicionado y lastimado. A mi mascota la abandoné luego de descubrir que se merecía un dueño mejor. Pobre Dixy... tal vez me recordaba pero ahora le movería la cola a otro... a una buena persona. O por lo menos a un humano. Yo ya no era humano, era un animal. No. Tampoco. Son demasiado adorables.
Lo que era no tenía nombre. Me había convertido en un monstruo...una roca. Alguien sin un mísero sentimiento puro.
Ahora solo sentía dolor, odio, rechazo.
"Mi querido amigo, por favor no me abandones. Eres lo único que me queda. Y si lo haces por favor prepárame una tumba porque moriré de tristeza."
sigue adelante